El uso indebido del sistema penal apunta contra la libertad de la defensora Nolvia Obando

El martes 23 de julio de 2024, se desarrolló en el Tribunal de Sentencia de La Ceiba sala tercera, la Audiencia de Proposición de Medios de Prueba para el caso de Nolvia Albertina Obando Turcios, defensora de la tierra y territorio, criminalizada y judicializada injustamente por el delito de usurpación.

El Ministerio Público, representando al Estado, presentó ante el Tribunal, seis pruebas testificales entre las que se incluye al terrateniente y el capataz del terreno “supuestamente usurpado”, tres agentes de la Dirección Policial de Investigación (DPI), la jefa de Catastro de la municipalidad de Jutiapa, Atlántida y dos agentes policiales que actuaron como jueces ejecutores en dos desalojos en la aldea La Bomba, Atlántida.

Ante esto, la defensa legal de nuestra compañera, objetó que las pruebas testificales propuestas eran desproporcionales, puesto que testificarán sobre los mismos hechos y eso es una estrategia para sorprender al juzgado. Por su parte, la acusadora privada, presentó sus medios de manera oral, no llevaba documentos ni los entregó a la secretaria de la Sala, como es el procedimiento; aun así, declaró pruebas testificales de tres agentes de la DPI que estuvieron presentes en un desalojo, y en la detención y captura violenta de Nolvia Obando. A pesar de las objeciones ante estos despropósitos, por parte de la abogada defensora Kenia Oliva, el Tribunal admitió todas las pruebas testificales y documentales del Ministerio Público y de la acusadora privada.

El Ministerio Público demostró un ánimo entusiasta representando al denunciante, la funcionaria en algunos momentos de la audiencia relata los hechos como si estuvo presente; especialmente al referir supuestas acciones violentas, actuando de una manera abiertamente parcializada. Durante esta audiencia, presenciamos el uso de  las diligencias investigativas y declaraciones testificales de la Policía Nacional para perseguir, acusar y criminalizar a una persona por el delito de usurpación, específicamente a una mujer campesina defensora de la tierra y el territorio, práctica que como Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos hemos denunciado en múltiples ocasiones.

Es importante recordar que la Corte Suprema de Justicia continua sin resolver el Recurso de Amparo interpuesto, hace más de un año, a favor de Nolvia Albertina Obando Turcios, por considerarse que la Corte Primera de Apelaciones Segunda de la Ceiba violó las garantías procesales de la defensora. Esta falta de respuesta  hace que se vuelva difícil  la reparación de los derechos de nuestra compañera.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió que “el uso de tipos penales como incitación a la violencia, usurpación, injurias y calumnias son los más empleados para criminalizar a personas defensoras de los derechos humanos, en especial a quienes defienden el medio ambiente, la tierra y el territorio”, de acuerdo a su Informe Situación de Derechos Humanos en Honduras, 2024.

Asimismo, recalcó que “la criminalización a través del uso indebido del sistema penal continúa siendo una práctica recurrente de hostigamiento contra personas defensoras de derechos humanos en Honduras” por lo que recomendó al Estado de Honduras revisar y ajustar estas figuras penales comprendidas en el Código Penal Vigente.

La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, reiteramos a la institucionalidad pública y a los entes judiciales que Nolvia Obando y el Movimiento de Mujeres Campesinas Las Galileas, no son criminales ni usurpadoras, son mujeres campesinas que defienden su derecho a la tierra y alimentación y que las acuerpamos de manera contundente.

La crisis alimentaria en el país y el nulo acceso a la tierra, llevaron a Nolvia y el grupo Las Galileas a ingresar a un predio abandonado que creían que era parte de un decreto de expropiación del año 2012, es decir, que eran propiedad del Estado en el marco de la Ley de Reforma Agraria; el Instituto Nacional Agrario debió delimitar de forma clara y precisa dicho terreno expropiado.

El juicio oral y público se programó para el lunes 12 de agosto de 2024 a las 9:00 a.m. El Ministerio Público debe investigar los hechos, actuar con objetividad y velar por la justa aplicación de la ley y no actuar como defensa de los intereses privados.

Continuamos exigiendo libertad total para Nolvia y justicia para Las Galileas.

Nolvia Obando no debe ir a juicio porque es inocente y siempre ha sido inocente. 

4 años de la desaparición forzada de Snaider Centeno, Milton Martínez, Suami Mejía y Gerardo López

Hace 4 años, el 18 de julio de 2020, al menos 30 hombres armados y con indumentaria de la Dirección Policial de Investigación (DPI) ingresaron de forma violenta a la comunidad garífuna del Triunfo de la Cruz en Atlántida y secuestraron y desaparecieron a nuestros compañeros y miembros de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), Milton Martínez, Suami Mejía, Gerardo López y Snaider Centeno, quien en ese entonces era el presidente del patronato de la comunidad.

Hoy se cumplen 4 años de este repudiable ataque y no hay una investigación diligente y efectiva que determine el paradero de los desaparecidos, ni la identificación de los responsables.

Los cuatro compañeros eran defensores de sus territorios garífunas y ancestrales; el Estado de Honduras es responsable de garantizar el respeto a los derechos humanos del pueblo garífuna, de las víctimas de la desaparición forzada y la protección de sus familiares. Sin embargo, el pueblo garífuna se sigue enfrentado a una política de exterminio, violencia, represión y criminalización, especialmente contra quienes defienden la tierra y el territorio y se oponen a los proyectos turísticos-extractivos.

Continúan los desalojos y despojos de los territorios garífunas, ejecutados principalmente por la Policía Nacional a favor de empresas extractivas; a pesar de que, el pueblo garífuna logró la instalación de la Comisión Intersectorial de Alto Nivel para el Cumplimiento de las Sentencias Internacionales (CIANCSI) otorgadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El Estado de Honduras no ha mostrado voluntad política para detener, de forma inmediata, las agresiones y violaciones de derechos humanos al pueblo garífuna.

Frente a esta situación, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, continuamos exigiendo al Estado de Honduras que agilice la investigación y que nuestros compañeros regresen a sus territorios con vida, que se castigue a los responsables intelectuales y materiales de este ataque. De igual forma, demandamos al Estado la protección física e integral para las familias y víctimas de la desaparición forzada y garantizar la seguridad de las comunidades garífunas y sus defensoras.

¡De su casa se los llevaron, en su casa los queremos!

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

¡Alto al Racismo y Genocidio contra el pueblo Garífuna!

Desalojo en la aldea Jacalito, Choluteca: la destrucción de ocho casas deja a 43 personas en la calle 

Más de 40 personas están sin hogar luego de que miembros de la Policía Nacional ejecutaran un desalojo y destrucción de ocho viviendas el 15 de mayo de 2024 en la aldea Jacalito, en el municipio de Namasigue, Choluteca.

María* cuenta que se despertó temprano para alistar a su hija y llevarla a la escuela. Cuando salió, a las 6 a.m., un comando de al menos 30 policías estaba afuera de su casa. Pero no sabía por qué o para qué.

Doña Ana* cuenta lo mismo: «cuando eran las 8 a.m., los periodistas andaban ahí, pero por la calle, no nos decían nada. Hasta que yo me arrimé y me dijeron que venían a un desalojo, pero no sabíamos de dónde. Nosotros no sabíamos que era a nuestras casas que venían a darles vuelta…» comentó, aún angustiada al recordar lo que pasó.

El desalojo comenzó a las 9 a.m., bajo la orden emitida por el Juzgado de Letras de la sección judicial de Choluteca en contra de tres personas de la comunidad, acusadas por el supuesto delito de usurpación. Sin embargo, el desalojo y destrucción fue en ocho casas de la aldea, dejando en la calle a 27 adultos, 15 niñas y niños incluyendo una niña con discapacidad y una mujer embarazada.

De acuerdo a la denuncia y relato de las ocho familias afectadas, ninguna de las casas destruidas se encontraba en un “predio usurpado” puesto que el terreno que ocupaban forma parte del área verde, a la orilla de la carretera Panamericana en Namasigüe.

Tenían 38 años de vivir ahí y estaban en proceso de tramitar sus escrituras con el Instituto Nacional Agrario (INA), sin embargo, no recibieron respuesta antes de que ocurriera la expulsión.

Los y las habitantes denunciaron que desde meses atrás han recibido hostigamiento y amenazas por parte de uno de los empleados del propietario del predio supuestamente usurpado, y aún después del desalojo, esta persona continua con estas acciones.

Asimismo, denunciaron que, cuando ellas y ellos llegan al terreno donde estaban sus casas, esta persona llama a su patrón y una camioneta blanca se estaciona a vigilarles. Esto con el objetivo de infundir miedo y que no vuelvan a acercarse ni a reconstruir sus casas. Durante nuestra visita a la comunidad, este mismo carro blanco permaneció estacionado por más de media hora en la carretera principal.

Constantemente, bajo orden del dueño del predio, una retroexcavadora llega al terreno desalojado, destruye y aplasta los escombros, los hace un lado y los desecha; por ahí sobresalen algunos colchones, televisores, bloques de adobe y tejas quebradas de las casas que con esfuerzo habían construido las familias.

«Me contaban mis suegros la vida de mi esposo, que ellos llegaron a vivir ahí porque era a orilla de calle y había unas casas de choza, cartones y ahí iniciaron ellos y después se fueron levantando poco a poco (…) Mi suegra era vendedora ambulante, vendía pescado seco y camarón en pailas. Mi suegro, en bicicleta, vendía camarón. Así lucharon para construir su casa. Era de adobe, con piso de cerámica y tejas, no nos dejaron ni sacar una teja», relata María. Así como la familia de ella, todas y todos en la aldea habían construido sus casas con esfuerzo y subsistían con empleos informales. 

Actualmente, las ocho familias desalojadas se encuentran albergadas en el Centro Comunal de Namasigüe desde hace un mes, a la espera de una solución por parte de la Acaldía Municipal. De acuerdo al relato de la comunidad, la Alcaldía ya compró el terreno donde serían reubicadas las familias; sin embargo, no hay fondos para la construcción de las casas. Por lo que, no saben hasta cuando tendrán que vivir ahí.

La situación en el Centro Comunal es bastante precaria. Las niñas y los niños se enferman constantemente de resfriados y alergias y están expuestos a contagiarse de dengue y otras enfermedades por los charcos permanentes que se forman por las lluvias. Igualmente, a la par se encuentra un Centro de Salud que les expone a contaminación por los desechos sanitarios.

Las y los habitantes afectados denunciaron que el sábado 8 de junio se realizó un Cabildo Abierto en el que expresaron su problemática y exigieron una respuesta de la Corporación Municipal, sin embargo, el alcalde les respondió que «si se sienten incómodos busquen una casa y se van a vivir». Despreciando la situación de vulnerabilidad y peligro en el que se encuentra la comunidad. 

Nosotras, la Red Nacional de Defensoras, junto a la Red de Abogadas Defensoras de Derechos Humanos, la Red de Mujeres de Namasigüe y la OACNUDH, nos presentamos en las oficinas de la Corporación Municipal con la finalidad de manifestar nuestra preocupación sobre la situación, sin embargo, el alcalde no se encontraba en el lugar.  

De acuerdo a nuestros datos de registro y documentación, en 2023 se documentaron 27 desalojos y en lo que va del 2024 hemos contabilizado al menos 10 desalojos en el país, marcados por la violencia institucional, la estigmatización y la judicialización de las personas defensoras que defienden la tierra y el territorio. 

La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras nos apersonamos en la aldea de Jacalito, Namasigüe para escuchar y acompañar en sus denuncias, nos sumamos a la indignación por lo ocurrido en el lugar y a la exigencia de tierra y hogar para las ocho familias desalojadas. De igual forma, a través de nuestra estrategia de Acompañamiento, colaboramos solidariamente con víveres y medicamentos, particularmente para mujeres y niñez.

*Los nombres fueron omitidos por razones de seguridad.

Ya no hay tiempo

A ver si ahora que el humo nos llega hasta dentro de las casas, los pulmones y el miedo, nos paramos a reflexionar qué hacemos para cuidar la vida toda que es la vida de todas, todos, todes. El país está envuelto en humo, y no basta tener una aplicación para ver el mapa porque no hay ninguna aplicación disponible para hacer que llueva o que el viento sople a nuestro favor. Ya no llueve en mayo, y es triste.  La naturaleza parece estar tomando en sus manos la necesidad del equilibrio y ojalá lo logre porque los seres humanos hacemos lo contrario. El costo de ese equilibrio puede ser alto en vidas y bienes, pero habrá que aprender a ser humildes y a realmente construir más comunidad en los hechos y no sólo en las palabras.

Aquí en La Siguata hacemos también parte de lo que nos corresponde, compartimos saberes y haceres, y con el trabajo de defensoras hacemos crecer el verde de las plantas y el de la esperanza. En una jornada de trabajo voluntario, justamente en este tiempo de humo de mayo, las compañeras Adalinda Gutiérrez y Sara Hernández, dirigentas de sus comunidades y grandes luchadoras han dejado sus labores y vienen a darle fuerza al territorio de La Siguata. Sus frescas voces y carcajadas traen la luz del campo que siempre nos ha dado de comer, son parte de un colectivo que se va enredando y las especies que han cultivado junto a otras personas ya van creciendo, florean las matas y los colibríes aprovechan a chupar la miel morada de una lavanda; y por ahí una marita de árboles de caoba se ha vuelto adolescente, con lo que además vamos a poder compartir con quienes creen que vale el esfuerzo mirar la vida a través de las ramas, y se llevan a sembrar y cuidar de ellas.  No todo se pegó y analizan los qué y como es que suceden y cuanto hay en este oficio de la agricultura que no podemos controlar, sino bien intencionar.

Mientras andemos por acá habrá que hacer todo el esfuerzo por sostener a la madre naturaleza que nos brinda la vida; sembrar y cuidar lo que se siembra es una de las tareas; cuidar el agua y no desperdiciarla; dejar de llenar de plástico el mundo y de darle nuestro dinero y salud a quienes nos llenan de refrescos dulces y cancerígenos, dejar de comprar ese montón de ropa que ni alcanzamos a ponernos, o atesorar objetos sin sentido con que se alimentan las montañas de basura. Necesitamos más y más coherencia, ya no hay tiempo.

Y, por supuesto, hay que echar a los madereros, mineros, ganaderos, empresarios avaros que aún llenos de humo no hacen más que pensar en cuanto más pisto pueden tener en sus cuentas de banco.

Ya no hay tiempo dijo Berta, hace ya casi diez años, y era cierto. Mucha tarea y reflexión hay pendiente; quienes hemos estado contra el orden depredador del capitalismo extractivista sabemos que este tiempo llegaría, parece más rápido de lo esperado. Es urgente que el gobierno de Honduras elimine por completo todo su plan extractivo porque ningún mineral raro o común, ni el mal llamado progreso va a cambiar la ruta del agua que se termina, sino es que la cuidamos y dejamos de darla para lavar broza, hierro o monocultivos.

Aquí en La Siguata seguimos compartiendo y aprendiendo de los modos de hacer y entendiendo que los activismos también deben cambiar, sembrar colectivamente, reconociendo nuestros conocimientos es uno de ellos, que defensoras de diferentes comunidades compartamos las maneras diversas de cuidar la naturaleza y mientras tocamos la tierra hablamos de nuestras fuerzas y penas es un proyecto vital.

Aura Buni, Amuru Nuni, Yo para vos y vos para mí, La Siguata invita a las defensoras para que seamos comunidad en movimiento.

Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, 22 de mayo de 2024

Desdramatizándonos, cuerpos expresados en libertad

Llegamos a Santa Bárbara para nuestro tercer encuentro grupal, el entusiasmo por encontrarnos se confirmó con las sandias, mamones, naranjas, los mangos, ayotes, maíz, frijoles de distintas variedades y colores. Abundante ofrenda que las compañeras trajeron de los territorios para el centro energético de esta colectividad que nos conecta para compartir lo intimo de las historias personales y políticas.  

Celebramos la vida de varias compañeras que estaban de cumpleaños y también de aquellas que son madres y de las que decidimos con plena consciencia no serlo, sabemos que en nuestro país decidir sobre la maternidad es un privilegio y de esto también hablamos. En este espacio dialogamos con nuestros cuerpos y palabras sobre lo que significa ser mujeres, sobre los mandatos que nos oprimen y que hemos naturalizado; el cuidado cuando es una imposición exclusiva para nosotras sobrecargando nuestras vidas cotidianas, las labores domésticas que siempre van a la par de nuestro rol de defensoras, aunque no se divulgue en lo público de su vitalidad e importancia. También hablamos de lo fuertes que hemos tenido que ser para sostener nuestras luchas y defender nuestros derechos y “Estar alerta frente a tanta grosería que vivimos las mujeres” Para algunas es agotador tener que ser fuertes todo el tiempo pues es real que las organizaciones se sostienen con nuestros cuerpos, pensamientos y acciones.

Como el taller se va moviendo según se van poniendo en diálogo nuestras experiencias y emociones, hablamos de que en el feminismo hay muchas contradicciones, que nosotras mismas hemos reproducido o vivido, pues a veces siendo feministas replicamos la violencia, lo hacemos con nuestros hijos, hijas e hijes, lo hacemos cuando borramos de la historia y omitimos los aportes de compañeras a un proceso colectivo.

Expresarnos con libertad no siempre es fácil con los muchos mandatos que hemos internalizado, la autoridad, el enojo es algo que se nos han prohibido a las mujeres, por eso cuando gritamos también nos estamos liberando de cosas acumuladas que tenemos dentro y que esta mal visto que lo hagamos las defensoras pero que en los defensores se valora positivamente. Como, por ejemplo; gritar, hablar claramente, y hasta decir que no.

En este taller nos expresamos de acuerdo con lo que hemos vivido. En nuestras experiencias dijimos que llega un momento en el que podemos cambiar la mirada para no ocuparnos de los espacios domésticos y que los compañeros de las organizaciones también los asuman.  Podemos vernos a nosotras mismas con el reconocimiento que es interno, que es de nosotras y no de cómo nos ven o no nos ven o quieren ver las demás personas. Vernos más allá de la victimización. Así vamos aprendido a ser libres porque no es para la libertad que nos educaron, por eso hablar entre nosotras de nuestras historias es una pedagogía de la libertad en la que nos vamos dando cuenta que nos cansamos de ser débiles, siempre buenas o siempre fuertes y a veces las circunstancias, los contextos nos obligan a sacar la fuerza que necesitamos, pero es haciendo amistades entre nosotras como defensoras que vamos viendo crecer nuestra libertad.   

Liana Funes. Compilación de las reflexiones colectivas de este tercer taller del proceso “Sanar Nuestra Historia, Caminando Juntas Hacía Una Pedagogía del Cuidado”. Facilitadora: Esperanza Mejía.

Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras (RNDDH), 15 de mayo de 2024

Decreto 18-2024: Un logro de la lucha comunitaria que defiende los bienes comunes

La lucha de las comunidades que defienden el río Guapinol y San Pedro, logró la aprobación del Decreto 18-2024 que recupera y protege la zona núcleo del Parque Nacional Montaña de Botaderos “Carlos Escaleras Mejía”. Este Decreto fue aprobado por el Congreso Nacional el 21 de febrero de 2024 y entró en vigencia el 6 de mayo de este mismo año, es decir, más de dos meses tarde.  

Un día después de la sanción y publicación del Decreto en La Gaceta, se realizó un plantón frente a Casa Presidencial, para exigir el cumplimiento inmediato de la ley, la inminente restauración y recuperación del Parque Nacional Carlos Escaleras y la pronta anulación de las actividades mineras a cielo abierto que no solo han provocado devastación del medio ambiente, sino que también impactan, principalmente, en la vida de las defensoras y defensores de los bienes naturales en esa zona del Bajo Aguán.

La movilización fue convocada por el Comité Municipal de Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa, la Plataforma Agraria del Aguán, la Fundación San Alonso Rodríguez (FSAR) la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (COPA) y otras organizaciones que se hicieron presentes en Casa Presidencial en Tegucigalpa, donde no les atendieron. Al contrario, fueron recibidos con una gran cantidad de agentes policiales que son los mismos que reprimen, amenazan y actúan a favor de la minera en las comunidades de Colón. Durante el plantón, la seguridad de casa de gobierno negó el acceso a energía eléctrica para conectar los parlantes y escuchar las demandas de la movilización.

Nosotras, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras también estuvimos presentes, acuerpando la lucha como lo hemos hecho desde años atrás, y denunciando la indiferencia del gobierno y los abusos de la Policía Nacional que se dedicaron a hacer fotos y videos de las personas presentes. Nosotras reconocemos que la aprobación del Decreto 18-2024 es un logro de las comunidades, de nuestras hermanas y compañeras defensoras de Guapinol, del sector San Pedro, e igualmente de Tocoa, quienes poderosas y valientes se han enfrentado a múltiples formas de violencia por la defensa de los bienes naturales, los ríos San Pedro, Aguán y Guapinol y el derecho a un medio ambiente limpio y libre de minerías.

¿Qué pasa con el Parque Nacional Montaña de Botaderos Carlos Escaleras Mejía?

El parque nacional Montaña de Botaderos “Carlos Escaleras Mejía” está ubicado entre los departamentos de Colón, Yoro y Olancho. En 2012, se declaró área protegida (Decreto Legislativo 127-2012). En 2013, el Congreso Nacional de forma fraudulenta, redujo 217.34 hectáreas de la zona núcleo del parque nacional (Decreto 252-2013). El siguiente año, el Estado otorgó dos concesiones mineras de 200 hectáreas a la empresa Inversiones Los Pinares/Ecotek y en 2016, adquiere el nombre de Parque Nacional Montaña de Botaderos “Carlos Escaleras Mejía” en conmemoración al ambientalista y defensor de derechos humanos que fue asesinado por su lucha contra el extractivismo en Tocoa, Colón; irónicamente, en ese mismo decreto, se vuelve a reducir los límites de la zona núcleo del parque (Decreto 93-2016). Todos estos años ha habido una lucha tenaz para defender los ríos y las montañas contra la minera instalada ilegítima e ilegalmente por Inversiones Los Pinares, y que ha costado el encarcelamiento y asesinato de varias personas luchadoras.

Finalmente, en 2024 la lucha de las comunidades logró la aprobación del Decreto 18-2024 que deroga el Decreto No. 252-2013 y el Decreto No. 93-2016 que reducían la zona núcleo del parque nacional. Y se reforma el Decreto No.127-2012 que en adelante se leerá: “Créase el PARQUE NACIONAL MONTAÑA DE BOTADEROS, con la denominación de “PARQUE NACIONAL MONTAÑA DE BOTADEROS, CARLOS ESCALERAS MEJÍA” (…) como parte integral e incorporado al Sistema Nacional de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de Honduras (SINAPH)”, de acuerdo a la publicación en La Gaceta del 6 de mayo de 2024.

El impacto de la minería en la vida de los y las defensoras

Las concesiones mineras en el parque nacional Carlos Escaleras provocaron grandes devastaciones a las comunidades en la zona que van desde daños ambientales graves hasta asesinatos, criminalización, hostigamientos, amenazas, campañas de desprestigio y desalojos en contra de personas, comunidades y los y las defensoras de derechos humanos que se oponen a los megaproyectos extractivos en el Parque Nacional Carlos Escaleras.

No es una coincidencia que el 66% de los territorios donde hay agresiones hacia defensoras están en la costa norte de Honduras, territorio de disputa de la tierra, los bienes comunes como el agua, los espacios para el turismo y los megaproyectos, según nuestro informe anual de agresiones de 2023.

De acuerdo a nuestros datos de registro y documentación, desde 2018 a 2023 hemos registrado 6873 agresiones dirigidas a defensoras, sus colectividades u organizaciones, de las cuales el 22% de agresiones ocurrieron en Colón, el 12% en Tocoa.

En estos años, además de registrar las agresiones contra nuestras compañeras defensoras; en 2019 organizamos la Misión de Solidaridad Feminista «El Abrazo» en la que visitamos el Río Guapinol en Tocoa, desde donde nos solidarizamos, acuerpamos la lucha, difundimos información y denunciamos las agresiones contra nuestras compañeras defensoras de Guapinol.

Asimismo, acompañamos la lucha por la defensa de los bienes comunes de Tocoa participando como observadoras en el Cabildo Abierto para declarar Tocoa libre de minas y proyectos extractivos. Hemos participado en las reuniones presenciales y virtuales sobre el Caso Guapinol, aportando a la definición de la estrategia política y legal de acompañamiento. Estuvimos en los procesos de interposición de denuncias, conferencias de prensa, reuniones con embajadas y diferentes instancias nacionales e internacionales en materia de derechos humanos. Nos organizamos en el Campamento Feminista Viva Berta ─instalado frente a la Corte Suprema de Justicia─ para exigir libertad y justicia para los 8 presos políticos de la comunidad de Guapinol, encarcelados por defender los ríos San Pedro, Guapinol y el parque nacional Carlos Escaleras.

La Red Nacional de Defensoras, hemos atestiguado y participado en la lucha que las comunidades han hecho para proteger los recursos naturales del Parque Nacional Montaña de Botaderos “Carlos Escaleras Mejía”, por ello, nos alegra que se haya logrado la aprobación del Decreto 18-2024 que protege el parque nacional.

Sin embargo, sabemos que la lucha no se termina con la publicación de la ley; por ello, acuerpamos las demandas de las comunidades de Tocoa que exigen acciones penales contra los responsables de los daños irreparables en contra de las comunidades, los y las defensoras y el ambiente, perpetrados por la empresa minera Inversiones Los Pinares/Ecotek en Tocoa, Colón. Es necesario que el Estado de Honduras, revoque inmediatamente las licencias ambientales otorgadas a los proyectos ASP Y ASP2, que cancele todas las concesiones del megaproyecto Pinares Ecotek, la planta peletizadora y la planta termoeléctrica Ecotek que destruyen la zona núcleo del parque nacional Carlos Escaleras y contaminan los ríos San Pedro, Gran Río Aguán y Guapinol.

Con la aprobación del Decreto 18-2024, esperamos que se haga justicia para las comunidades de Tocoa, Colón y sea un precedente para que la justicia se expanda en todo el país, que se cancelen todos los proyectos extractivos que dañan nuestro ambiente, nuestra vida. Mientras eso sucede continuaremos gritando en las calles: ¡Sí a la Vida, No a la Minería!

Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, 13 de mayo de 2024


Tres años del Campamento Feminista Viva Berta: seguimos convencidas de la justicia feminista, garífuna y popular.

El 5 de abril de 2024 se cumplieron tres años desde la instalación del Campamento Feminista Viva Berta en 2021; apenas se había salido de la pandemia, vivíamos bajo la narcodictadura represiva y el ambiente para reunirse era aún difícil. Pero llegó el juicio contra David Castillo y la energía articuladora de Berta Cáceres logró que sus más cercanas compañeras de los caminos de lucha se propusiera ir más allá de los plantones frente a la Corte, las movilizaciones, las denuncias en redes sociales y surgió la idea de montar un campamento, por decisión del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras (RNDDH) y la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH). El Campamento Feminista Viva Berta duró tres meses en un territorio urbano recuperado frente a la Corte Suprema de Justicia, organizado y dirigido fundamentalmente por mujeres y personas de la disidencia sexual.

Pasaron cientos de personas y muchos colectivos y organizaciones que llegaron de todo el país. Al inicio fue un espacio mayoritario de las organizaciones convocantes: COPINH, OFRANEH, RNDDH y Consejo Indígena Lenca Tierras del Padre, pero se nutrió de a poco con la presencia de gente de Tegucigalpa, y luego el juicio y el Campamento se hicieron noticia nacional e internacional. Más se alargaba el juicio y más gente llegaba al Campamento.

Berta Zúniga Cáceres, coordinadora del COPINH, comenta que “montar ese Campamento fue convertir la hostilidad en esperanza. Entendimos que no solo había que pelear el juicio públicamente sino mostrar la lucha de las comunidades y cómo el asesinato afectó no sólo a la familia o al COPINH, sino que, a otras organizaciones, al movimiento social hondureño. Esa era la reflexión y la idea, denunciar que el espacio de la Corte no es público, que es elitista y racista, que es construido para la exclusión».

«Una de las cosas preciosas fue reocupar ese espacio, es un poco de lo que nosotras necesitamos cada día; reocupar los espacios para volverlos públicos porque hay tanta presión para privatizar hasta la mente de la gente que necesitamos ejercer ese derecho de hacer públicos los sectores, espacios en los cuales nosotras nos sintamos vivas. Yo creo que un espacio como ese donde hubo arte, música, teatro, juegos para la niñez que llegaba, ahí donde había esa posibilidad de no sentirnos encerradas. Yo creo que fue maravillosa esa pensada», expresa Miriam Miranda, coordinadora de la OFRANEH.

El tercer aniversario del Campamento Feminista Viva Berta se conmemoró con una jornada de trabajo y memoria en la que compañeras, compañeros, niñas y niños que se hicieron presentes en el Campamento limpiaron y pintaron carteles para regresarle la vida y los colores al lugar. Y para hacer memoria de los días de trabajo y aprendizaje que ahí se vivieron, nuestras compañeras colocaron una galería de fotos de varios momentos que vivimos juntas y juntos durante el Campamento. Unas contaban anécdotas y otros mostraban a sus hijas e hijos las fotografías donde aparecían más pequeños y cómo fueron creciendo y formándose durante el asentamiento.

Una de las cosas más bellas e importantes de la jornada fue la presentación del cuento “Días de Campamento” escrito por nuestra compañera Melissa Cardoza, en memoria de Kathy (compañera de la OFRANEH) y dedicado a las niñas y niños que hicieron del Campamento Feminista Viva Berta un lugar de certeza y esperanza en el presente. Reconocemos que las infancias fueron quiénes mantuvieron la alegría, las risas, los juegos y los ánimos, fueron un eje fundamental que dio fuerza y ánimo para continuar en la lucha; es por eso que, es importante que aprendan sobre la justicia, conozcan sus derechos, las luchas de sus comunidades y sepan y hablen de Berta Cáceres, su lucha como defensora de tierra y territorio, el medio ambiente y los bienes naturales.   En ese sentido, el cuento fue leído por una niña y un niño del Consejo Indígena Lenca Tierras del Padre y se entregaron ejemplares a niños y niñas que vivieron durante tres meses en el Campamento y que son los y las protagonistas que seguirán compartiendo lo que ahí vivieron con las niñas y los niños de sus comunidades.

«Lo más importante es que los niños y las niñas vayan aprendiendo que sí es necesario y sí se puede y se debe luchar o más bien estar en esos espacios donde se reivindica justicia porque ellos van a aprenderlo y conocerlo de otras maneras. Una de las cosas importantes es que Berta estaba viva y está presente permanentemente y las niñas y niños ven eso constantemente y hablan de ella», dice Miriam Miranda sobre el aprendizaje de la niñez en el Campamento.

Tres años después, muchas compañeras y compañeros continúan recordando con alegría las experiencias vividas a pesar de las dificultades. Como había que correr a refugiarse de la lluvia o el frío, el cariño, el aprendizaje, la alegría, la comida y el ánimo de la comunidad LGBTIQ+ de la OFRANEH, los karaokes con la voz de Kathy, la espiritualidad, los juegos, el poder estar juntas y juntos, compartir momentos, la solidaridad y el acuerpamiento de organizaciones, colectivos y muchas personas de Tegucigalpa y diferentes territorios del país.

Continuamos convencidas de el Campamento Feminista Viva Berta como símbolo de la justicia feminista, indígena, garífuna y popular, lugar donde nos seguimos encontrando y uniendo para alzar la voz, compartimos saberes y reflexiones, celebramos y brindamos homenaje a las que sostenemos la vida y las luchas. Pero, sobre todo, continuamos exigiendo justicia para nuestra hermana y compañera Berta Cáceres, que se confirme la sentencia de todos los condenados por su asesinato.

Para Berta toda la verdad, toda la justicia.

¡Viva el Campamento Feminista Viva Berta!

Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, 5 de abril de 2024

8M: CAMINAMOS JUNTAS

El 8 de marzo salimos a las calles de Tegucigalpa, movimiento de mujeres, feministas y disidencias sexuales para luchar en el Día Internacional de la Mujer, un día que no celebramos, sino que plantamos nuestras palabras y propuestas emancipadoras y exigimos nuestros derechos.

En una movilización desde la plaza Cuba hasta la Corte Suprema de Justicia en Tegucigalpa, interpelamos al Estado y sus instituciones porque es difícil ser mujer en Honduras. Hasta febrero de este año han asesinado a 40 mujeres y cada 21 horas con 55 minutos se reporta un femicidio en el país, según el observatorio del Centro de Derechos de Mujeres y el Observatorio Nacional de la Violencia, respectivamente.

Nos manifestamos en contra de la impunidad, y exigimos se castigue a los feminicidas. Nos indigna que se libere al asesino de Keyla Martínez y exigimos que se judicialicen a todos los responsables de su asesinato que gozan de la inmunidad jurídica que existe en este país para los que matan mujeres, especialmente si son policías y por eso gritamos en las calles: ¡La policía no me cuida, me cuidan mis amigas! La Red Nacional de Defensoras hemos identificado que el 43% de las agresiones han estado en manos de la policía y autoridades públicas, es decir el Estado.

No podemos dejar de mencionar, como lo hacen las compañeras del COPINH, que faltan los Atala, investigar su participación en el asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres.  Desde su crimen en 2016 hasta 2023 han asesinado a 27 defensoras de derechos humanos en el país, según nuestros registros y documentación. Y reafirmamos en las calles que Berta no se murió, Berta se hizo millones, Berta soy yo, todas las que seguimos su legado.

Hoy más que nunca reiteramos que todos los días las mujeres, por el hecho de serlo, nos enfrentamos a un sistema que nos asesina, nos violenta y decide por encima de nuestros cuerpos. Aquí estamos las que luchamos para decirle a otras mujeres, al pueblo hondureño que son altas nuestras voces, poderosos nuestros sentimientos y larga la memoria colectiva por lo que caminaremos una y otra vez junto a otras por nuestro derecho a vivir y vivir bien.

Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, 8 de marzo de 2024.

Conversatorio con Raúl Zibechi, Movimientos sociales ante la avanzada autoritaria en Abya Yala, procesos y proyectos de mundos posibles

El escritor y activista uruguayo, Raúl Zibechi, estuvo con nosotras el domingo 10 de marzo en un conversatorio que se llevó a cabo en el Campamento Feminista Viva Berta en Tegucigalpa. Junto a un grupo de compañeras de La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras provenientes de distintos territorios, y otras personas que se sintieron convocadas, comenzamos la jornada convocando las energías de nuestra compañera Berta Cáceres, ofrendando flores y encendiendo velas para honrar su memoria en el altar instalado en el Campamento.

Posteriormente, en este espacio simbólico de la justicia popular y feminista, platicamos sobre: Movimientos sociales ante la avanzada autoritaria en Abya Yala, procesos y proyectos de mundos posibles. Abya Yala es un término que las organizaciones de los pueblos indígenas han adoptado para referirse al continente americano.

Las compañeras comenzaron aportando sus dudas, inquietudes y proponiendo temas que querían escuchar de Raúl Zibechi, quien ha reflexionado profundamente sobre movimientos sociales latinoamericanos y publicado varios libros sobre la región. Nuestra coordinadora y parte de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), Yessica Trinidad, propuso una conversación dirigida a debatir sobre el desánimo, la desmovilización y la limitación de los movimientos sociales por la influencia de los partidos políticos que hay en los últimos tiempos.

En esto coincidieron diversas compañeras quiénes manifestaron su preocupación por el desinterés dentro de los mismos movimientos sociales, la decepción de un Gobierno que prometió legislar en favor del pueblo y no lo ha cumplido, y el enrolamiento de personas con pensamiento crítico que lucharon en las calles para recuperar la democracia en el país durante el Golpe de Estado, hoy convertidos en funcionarios y funcionarias.

«Lo que cuentan no solo pasa en Honduras, pasa en toda Latinoamérica», responde Zibechi a las inquietudes de las compañeras. Hay que distinguir entre movilización y colectivos organizados, cuando hay una “llamarada” o se organizan muchas personas en una movilización inevitablemente se reducirá por distintas razones: «la gente se cansa, no podés estar todo el día en la calle, no se ven horizontes o posibilidades de cambios porque el poder es muy fuerte y logra desmoralizar a la gente. Hay partidos políticos que ofrecen un cambio en el poder y ahí entran muchas cosas: conveniencias personales, cargos públicos, viajes, beneficios económicos, hoteles lujosos, la gente se entusiasma con esas cosas y el dinero que reciben y eso es un poder del capitalismo», explica.   

De acuerdo a sus palabras, el capitalismo además de influenciar a las personas a consumir cada vez más, también las ha acostumbrado a obtener soluciones rápidas y sin sacrificio alguno y solo los pueblos que han mantenido sus tradiciones, cultura y espiritualidad podrán resistir a las tentaciones del capitalismo. «En toda América Latina hoy quienes están resistiendo a este modelo de muerte son los pueblos indígenas y pueblos negros y a veces son pocas familias», apuntó.

Los movimientos sociales ante tres planos: la inestabilidad global, los gobiernos progresistas y el propio plano

Acerca del desánimo o el “bajón” que hay en los movimientos sociales, Zibechi destacó que hay cosas buenas dentro de ello: las personas que realmente están son las que siguen, las que se necesitan y trabajan en las luchas. Sin embargo, es necesario trabajar sobre nosotras y nosotros mismos, colectiva e individualmente para ser mejores, más críticas y más comprometidas ya que la inestabilidad global apunta a que ningún gobierno ─ni de derecha, ni de izquierda─ en América Latina sea estable y esto se debe a la pelea de poder entre Estados Unidos y China, donde el primero está en crisis y el segundo está tomando fuerza.

En segundo plano, hay un debate dentro de los mismos movimientos sociales sobre cómo nos paramos frente a las ayudas que se reciben del Gobierno; recibirlas no constituye subordinación porque, en realidad, es lo que nos corresponde. «El problema no son los bonos (ayudas), el problema es cuando la gente decide que es el mejor gobierno y ya no protesta», argumenta Zibechi.

En el tercer plano, los movimientos tienen dos dinámicas: resistir, poner un límite al sistema y crear algo nuevo, lo que el sistema no nos da: salud, educación, alimentos, vivienda. De acuerdo a Zibechi, las organizaciones deben crear desde sus espacios y territorios lo que el sistema no les da. «Tenemos que resolverlo, porque el sistema no lo va a resolver, aunque esté la mejor persona en el gobierno, ya no hay capacidad del sistema para resolverlo», dice.

¿Cómo podemos construir poder popular los movimientos sociales?

Es necesario que los movimientos sociales y las organizaciones podamos construir nuestras formas de poder y nuestras formas de autodefensa, particularmente las mujeres que somos fuertemente atacadas por un sistema patriarcal, machista, violento y racista. Es por ello que hay que aprender a defendernos en colectividad y tener grupos de autodefensa en muchos sentidos y formas.

Esto también va de la mano con tener un sistema propio para resolver los conflictos dentro de los colectivos, una justicia propia que nos permita solucionar los malentendidos, los desacuerdos, determinar las faltas de las compañeras y compañeros y cómo abordarlas o erradicarlas. Asimismo, es importante la formación de los movimientos sociales, entender lo qué pasa, los contextos, por qué pasan, discutir y formarse en temas políticos, sociales, económicos y culturales.  

La conversación continuó con un amplio debate y discusión de distintos temas que las compañeras iban retroalimentando durante la jornada y que podría durar horas por la gran cantidad de ámbitos y problemáticas que constituyen los movimientos sociales.  Karla Lara, cantautora y defensora de derechos humanos, expresó que era importante construir dentro de los movimientos sociales pero que había una expectativa en el “gobierno refundacional” luego de 12 años de lucha, de movilizaciones, de muertes en un Estado totalmente represivo con los movimientos sociales. Asimismo, nuestra compañera, Melissa Cardoza, sobre la construcción y formación dentro de los movimientos sociales argumentó que las organizaciones desde hace mucho tiempo son capaces de sostenerse, de construir aquello que el sistema nunca les ha dado o solucionado, por ejemplo, enfrentar la violencia contra las mujeres, sostener la educación y la salud comunitaria, por lo que sí es necesario hacer reclamos al gobierno. Por su parte, la periodista Sandra Maribel Sánchez expresó su preocupación por la injerencia de la cooperación internacional en las agendas de las organizaciones del país.

La conversación continuó problematizando estos temas y se expresó la necesidad de hacerlo en los movimientos sociales, colectivos, organizaciones. En nuestras redes sociales hemos transmitido en vivo y grabado este conversatorio, por lo que les invitamos a seguir este debate y agradecemos a quienes nos acompañan en estos procesos de aprendizaje y discusión.   

Tegucigalpa, 10 de marzo de 2024.

Sanar nuestra historia, caminando juntas hacia una pedagogía del cuidado

Con los hilos de la memoria que vamos juntando en el proceso “sanar nuestra historia, caminando juntas hacia una pedagogía del cuidado” hemos ido compartiendo nuestras historias, territorios de climas y paisajes diversos. Este 5to Taller realizado del 22 al 24 de septiembre con la asamblea de la Red Nacional De Defensoras de Derechos Humanos en Honduras (RNDDH) lo vivimos en La Aldea La Guacamaya, del municipio de El Progreso, Yoro. Nuestras hermanas de la Asociación Femenina Rita Pendergarst (AFERPEG) que son parte del Foro de Mujeres Por La Vida (FMPLV) nos abrieron las puertas de su casa, hornaron pan y nos hicieron tortillas de puro maíz y de maíz puro, nos recibieron con el cuidado que solo puede expresarse cuando hay organización y consciencia colectiva sobre la importancia que tiene la comunidad para la vida de las mujeres que la defienden de la violencia patriarcal, racista y capitalista. 

La sede del taller fue un salón de bloque que construyeron las compañeras con sus propias manos, en ese lugar de gran valor histórico hicimos algo muy político para la Red de Defensoras; respiramos, estiramos nuestros cuerpos, y nos preparamos para tocar emociones profundas, hicimos circulo de contención grupal cuando compartimos memorias de nuestras vidas que aún nos duelen o que no habíamos nombrado antes. Nombramos a nuestras abuelas, hermanas y otros vínculos importantes para nosotras. 

A través de recursos y técnicas del psicodrama transitamos por momentos que nos llevaron a profundizar en cómo están nuestras libertades, nuestros afectos y formas de estar en el mundo. El cuerpo fue nuestro principal lenguaje de comunicación, aunque no fue el único, dialogamos sobre nuestros sentires y los roles que jugamos en nuestras familias y organizaciones. 

Reflexionamos sobre como el sistema patriarcal nos ha enseñado a sostener vínculos con personas que nos han hecho daño o con las que tenemos muchas diferencias éticas, hablamos sobre cómo se construye esta idea del liderazgo y la competencia entre las mujeres, y que eso no aporta a nuestras organizaciones. 

Como dijo una compañera venimos de historias de vida distintas, cada una tiene su propia experiencia, es importante que nos reconozcamos unas a otras y trabajemos juntas contra este sistema, y eso pasa por preguntarnos qué vínculos queremos construir entre nosotras ¿queremos dominar a las otras? o ¿queremos crecer? 

23 de septiembre de 2023.