Tres años del Campamento Feminista Viva Berta: seguimos convencidas de la justicia feminista, garífuna y popular.

El 5 de abril de 2024 se cumplieron tres años desde la instalación del Campamento Feminista Viva Berta en 2021; apenas se había salido de la pandemia, vivíamos bajo la narcodictadura represiva y el ambiente para reunirse era aún difícil. Pero llegó el juicio contra David Castillo y la energía articuladora de Berta Cáceres logró que sus más cercanas compañeras de los caminos de lucha se propusiera ir más allá de los plantones frente a la Corte, las movilizaciones, las denuncias en redes sociales y surgió la idea de montar un campamento, por decisión del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras (RNDDH) y la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH). El Campamento Feminista Viva Berta duró tres meses en un territorio urbano recuperado frente a la Corte Suprema de Justicia, organizado y dirigido fundamentalmente por mujeres y personas de la disidencia sexual.

Pasaron cientos de personas y muchos colectivos y organizaciones que llegaron de todo el país. Al inicio fue un espacio mayoritario de las organizaciones convocantes: COPINH, OFRANEH, RNDDH y Consejo Indígena Lenca Tierras del Padre, pero se nutrió de a poco con la presencia de gente de Tegucigalpa, y luego el juicio y el Campamento se hicieron noticia nacional e internacional. Más se alargaba el juicio y más gente llegaba al Campamento.

Berta Zúniga Cáceres, coordinadora del COPINH, comenta que “montar ese Campamento fue convertir la hostilidad en esperanza. Entendimos que no solo había que pelear el juicio públicamente sino mostrar la lucha de las comunidades y cómo el asesinato afectó no sólo a la familia o al COPINH, sino que, a otras organizaciones, al movimiento social hondureño. Esa era la reflexión y la idea, denunciar que el espacio de la Corte no es público, que es elitista y racista, que es construido para la exclusión».

«Una de las cosas preciosas fue reocupar ese espacio, es un poco de lo que nosotras necesitamos cada día; reocupar los espacios para volverlos públicos porque hay tanta presión para privatizar hasta la mente de la gente que necesitamos ejercer ese derecho de hacer públicos los sectores, espacios en los cuales nosotras nos sintamos vivas. Yo creo que un espacio como ese donde hubo arte, música, teatro, juegos para la niñez que llegaba, ahí donde había esa posibilidad de no sentirnos encerradas. Yo creo que fue maravillosa esa pensada», expresa Miriam Miranda, coordinadora de la OFRANEH.

El tercer aniversario del Campamento Feminista Viva Berta se conmemoró con una jornada de trabajo y memoria en la que compañeras, compañeros, niñas y niños que se hicieron presentes en el Campamento limpiaron y pintaron carteles para regresarle la vida y los colores al lugar. Y para hacer memoria de los días de trabajo y aprendizaje que ahí se vivieron, nuestras compañeras colocaron una galería de fotos de varios momentos que vivimos juntas y juntos durante el Campamento. Unas contaban anécdotas y otros mostraban a sus hijas e hijos las fotografías donde aparecían más pequeños y cómo fueron creciendo y formándose durante el asentamiento.

Una de las cosas más bellas e importantes de la jornada fue la presentación del cuento “Días de Campamento” escrito por nuestra compañera Melissa Cardoza, en memoria de Kathy (compañera de la OFRANEH) y dedicado a las niñas y niños que hicieron del Campamento Feminista Viva Berta un lugar de certeza y esperanza en el presente. Reconocemos que las infancias fueron quiénes mantuvieron la alegría, las risas, los juegos y los ánimos, fueron un eje fundamental que dio fuerza y ánimo para continuar en la lucha; es por eso que, es importante que aprendan sobre la justicia, conozcan sus derechos, las luchas de sus comunidades y sepan y hablen de Berta Cáceres, su lucha como defensora de tierra y territorio, el medio ambiente y los bienes naturales.   En ese sentido, el cuento fue leído por una niña y un niño del Consejo Indígena Lenca Tierras del Padre y se entregaron ejemplares a niños y niñas que vivieron durante tres meses en el Campamento y que son los y las protagonistas que seguirán compartiendo lo que ahí vivieron con las niñas y los niños de sus comunidades.

«Lo más importante es que los niños y las niñas vayan aprendiendo que sí es necesario y sí se puede y se debe luchar o más bien estar en esos espacios donde se reivindica justicia porque ellos van a aprenderlo y conocerlo de otras maneras. Una de las cosas importantes es que Berta estaba viva y está presente permanentemente y las niñas y niños ven eso constantemente y hablan de ella», dice Miriam Miranda sobre el aprendizaje de la niñez en el Campamento.

Tres años después, muchas compañeras y compañeros continúan recordando con alegría las experiencias vividas a pesar de las dificultades. Como había que correr a refugiarse de la lluvia o el frío, el cariño, el aprendizaje, la alegría, la comida y el ánimo de la comunidad LGBTIQ+ de la OFRANEH, los karaokes con la voz de Kathy, la espiritualidad, los juegos, el poder estar juntas y juntos, compartir momentos, la solidaridad y el acuerpamiento de organizaciones, colectivos y muchas personas de Tegucigalpa y diferentes territorios del país.

Continuamos convencidas de el Campamento Feminista Viva Berta como símbolo de la justicia feminista, indígena, garífuna y popular, lugar donde nos seguimos encontrando y uniendo para alzar la voz, compartimos saberes y reflexiones, celebramos y brindamos homenaje a las que sostenemos la vida y las luchas. Pero, sobre todo, continuamos exigiendo justicia para nuestra hermana y compañera Berta Cáceres, que se confirme la sentencia de todos los condenados por su asesinato.

Para Berta toda la verdad, toda la justicia.

¡Viva el Campamento Feminista Viva Berta!

Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, 5 de abril de 2024

8M: CAMINAMOS JUNTAS

El 8 de marzo salimos a las calles de Tegucigalpa, movimiento de mujeres, feministas y disidencias sexuales para luchar en el Día Internacional de la Mujer, un día que no celebramos, sino que plantamos nuestras palabras y propuestas emancipadoras y exigimos nuestros derechos.

En una movilización desde la plaza Cuba hasta la Corte Suprema de Justicia en Tegucigalpa, interpelamos al Estado y sus instituciones porque es difícil ser mujer en Honduras. Hasta febrero de este año han asesinado a 40 mujeres y cada 21 horas con 55 minutos se reporta un femicidio en el país, según el observatorio del Centro de Derechos de Mujeres y el Observatorio Nacional de la Violencia, respectivamente.

Nos manifestamos en contra de la impunidad, y exigimos se castigue a los feminicidas. Nos indigna que se libere al asesino de Keyla Martínez y exigimos que se judicialicen a todos los responsables de su asesinato que gozan de la inmunidad jurídica que existe en este país para los que matan mujeres, especialmente si son policías y por eso gritamos en las calles: ¡La policía no me cuida, me cuidan mis amigas! La Red Nacional de Defensoras hemos identificado que el 43% de las agresiones han estado en manos de la policía y autoridades públicas, es decir el Estado.

No podemos dejar de mencionar, como lo hacen las compañeras del COPINH, que faltan los Atala, investigar su participación en el asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres.  Desde su crimen en 2016 hasta 2023 han asesinado a 27 defensoras de derechos humanos en el país, según nuestros registros y documentación. Y reafirmamos en las calles que Berta no se murió, Berta se hizo millones, Berta soy yo, todas las que seguimos su legado.

Hoy más que nunca reiteramos que todos los días las mujeres, por el hecho de serlo, nos enfrentamos a un sistema que nos asesina, nos violenta y decide por encima de nuestros cuerpos. Aquí estamos las que luchamos para decirle a otras mujeres, al pueblo hondureño que son altas nuestras voces, poderosos nuestros sentimientos y larga la memoria colectiva por lo que caminaremos una y otra vez junto a otras por nuestro derecho a vivir y vivir bien.

Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, 8 de marzo de 2024.

Conversatorio con Raúl Zibechi, Movimientos sociales ante la avanzada autoritaria en Abya Yala, procesos y proyectos de mundos posibles

El escritor y activista uruguayo, Raúl Zibechi, estuvo con nosotras el domingo 10 de marzo en un conversatorio que se llevó a cabo en el Campamento Feminista Viva Berta en Tegucigalpa. Junto a un grupo de compañeras de La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras provenientes de distintos territorios, y otras personas que se sintieron convocadas, comenzamos la jornada convocando las energías de nuestra compañera Berta Cáceres, ofrendando flores y encendiendo velas para honrar su memoria en el altar instalado en el Campamento.

Posteriormente, en este espacio simbólico de la justicia popular y feminista, platicamos sobre: Movimientos sociales ante la avanzada autoritaria en Abya Yala, procesos y proyectos de mundos posibles. Abya Yala es un término que las organizaciones de los pueblos indígenas han adoptado para referirse al continente americano.

Las compañeras comenzaron aportando sus dudas, inquietudes y proponiendo temas que querían escuchar de Raúl Zibechi, quien ha reflexionado profundamente sobre movimientos sociales latinoamericanos y publicado varios libros sobre la región. Nuestra coordinadora y parte de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), Yessica Trinidad, propuso una conversación dirigida a debatir sobre el desánimo, la desmovilización y la limitación de los movimientos sociales por la influencia de los partidos políticos que hay en los últimos tiempos.

En esto coincidieron diversas compañeras quiénes manifestaron su preocupación por el desinterés dentro de los mismos movimientos sociales, la decepción de un Gobierno que prometió legislar en favor del pueblo y no lo ha cumplido, y el enrolamiento de personas con pensamiento crítico que lucharon en las calles para recuperar la democracia en el país durante el Golpe de Estado, hoy convertidos en funcionarios y funcionarias.

«Lo que cuentan no solo pasa en Honduras, pasa en toda Latinoamérica», responde Zibechi a las inquietudes de las compañeras. Hay que distinguir entre movilización y colectivos organizados, cuando hay una “llamarada” o se organizan muchas personas en una movilización inevitablemente se reducirá por distintas razones: «la gente se cansa, no podés estar todo el día en la calle, no se ven horizontes o posibilidades de cambios porque el poder es muy fuerte y logra desmoralizar a la gente. Hay partidos políticos que ofrecen un cambio en el poder y ahí entran muchas cosas: conveniencias personales, cargos públicos, viajes, beneficios económicos, hoteles lujosos, la gente se entusiasma con esas cosas y el dinero que reciben y eso es un poder del capitalismo», explica.   

De acuerdo a sus palabras, el capitalismo además de influenciar a las personas a consumir cada vez más, también las ha acostumbrado a obtener soluciones rápidas y sin sacrificio alguno y solo los pueblos que han mantenido sus tradiciones, cultura y espiritualidad podrán resistir a las tentaciones del capitalismo. «En toda América Latina hoy quienes están resistiendo a este modelo de muerte son los pueblos indígenas y pueblos negros y a veces son pocas familias», apuntó.

Los movimientos sociales ante tres planos: la inestabilidad global, los gobiernos progresistas y el propio plano

Acerca del desánimo o el “bajón” que hay en los movimientos sociales, Zibechi destacó que hay cosas buenas dentro de ello: las personas que realmente están son las que siguen, las que se necesitan y trabajan en las luchas. Sin embargo, es necesario trabajar sobre nosotras y nosotros mismos, colectiva e individualmente para ser mejores, más críticas y más comprometidas ya que la inestabilidad global apunta a que ningún gobierno ─ni de derecha, ni de izquierda─ en América Latina sea estable y esto se debe a la pelea de poder entre Estados Unidos y China, donde el primero está en crisis y el segundo está tomando fuerza.

En segundo plano, hay un debate dentro de los mismos movimientos sociales sobre cómo nos paramos frente a las ayudas que se reciben del Gobierno; recibirlas no constituye subordinación porque, en realidad, es lo que nos corresponde. «El problema no son los bonos (ayudas), el problema es cuando la gente decide que es el mejor gobierno y ya no protesta», argumenta Zibechi.

En el tercer plano, los movimientos tienen dos dinámicas: resistir, poner un límite al sistema y crear algo nuevo, lo que el sistema no nos da: salud, educación, alimentos, vivienda. De acuerdo a Zibechi, las organizaciones deben crear desde sus espacios y territorios lo que el sistema no les da. «Tenemos que resolverlo, porque el sistema no lo va a resolver, aunque esté la mejor persona en el gobierno, ya no hay capacidad del sistema para resolverlo», dice.

¿Cómo podemos construir poder popular los movimientos sociales?

Es necesario que los movimientos sociales y las organizaciones podamos construir nuestras formas de poder y nuestras formas de autodefensa, particularmente las mujeres que somos fuertemente atacadas por un sistema patriarcal, machista, violento y racista. Es por ello que hay que aprender a defendernos en colectividad y tener grupos de autodefensa en muchos sentidos y formas.

Esto también va de la mano con tener un sistema propio para resolver los conflictos dentro de los colectivos, una justicia propia que nos permita solucionar los malentendidos, los desacuerdos, determinar las faltas de las compañeras y compañeros y cómo abordarlas o erradicarlas. Asimismo, es importante la formación de los movimientos sociales, entender lo qué pasa, los contextos, por qué pasan, discutir y formarse en temas políticos, sociales, económicos y culturales.  

La conversación continuó con un amplio debate y discusión de distintos temas que las compañeras iban retroalimentando durante la jornada y que podría durar horas por la gran cantidad de ámbitos y problemáticas que constituyen los movimientos sociales.  Karla Lara, cantautora y defensora de derechos humanos, expresó que era importante construir dentro de los movimientos sociales pero que había una expectativa en el “gobierno refundacional” luego de 12 años de lucha, de movilizaciones, de muertes en un Estado totalmente represivo con los movimientos sociales. Asimismo, nuestra compañera, Melissa Cardoza, sobre la construcción y formación dentro de los movimientos sociales argumentó que las organizaciones desde hace mucho tiempo son capaces de sostenerse, de construir aquello que el sistema nunca les ha dado o solucionado, por ejemplo, enfrentar la violencia contra las mujeres, sostener la educación y la salud comunitaria, por lo que sí es necesario hacer reclamos al gobierno. Por su parte, la periodista Sandra Maribel Sánchez expresó su preocupación por la injerencia de la cooperación internacional en las agendas de las organizaciones del país.

La conversación continuó problematizando estos temas y se expresó la necesidad de hacerlo en los movimientos sociales, colectivos, organizaciones. En nuestras redes sociales hemos transmitido en vivo y grabado este conversatorio, por lo que les invitamos a seguir este debate y agradecemos a quienes nos acompañan en estos procesos de aprendizaje y discusión.   

Tegucigalpa, 10 de marzo de 2024.

Sanar nuestra historia, caminando juntas hacia una pedagogía del cuidado

Con los hilos de la memoria que vamos juntando en el proceso “sanar nuestra historia, caminando juntas hacia una pedagogía del cuidado” hemos ido compartiendo nuestras historias, territorios de climas y paisajes diversos. Este 5to Taller realizado del 22 al 24 de septiembre con la asamblea de la Red Nacional De Defensoras de Derechos Humanos en Honduras (RNDDH) lo vivimos en La Aldea La Guacamaya, del municipio de El Progreso, Yoro. Nuestras hermanas de la Asociación Femenina Rita Pendergarst (AFERPEG) que son parte del Foro de Mujeres Por La Vida (FMPLV) nos abrieron las puertas de su casa, hornaron pan y nos hicieron tortillas de puro maíz y de maíz puro, nos recibieron con el cuidado que solo puede expresarse cuando hay organización y consciencia colectiva sobre la importancia que tiene la comunidad para la vida de las mujeres que la defienden de la violencia patriarcal, racista y capitalista. 

La sede del taller fue un salón de bloque que construyeron las compañeras con sus propias manos, en ese lugar de gran valor histórico hicimos algo muy político para la Red de Defensoras; respiramos, estiramos nuestros cuerpos, y nos preparamos para tocar emociones profundas, hicimos circulo de contención grupal cuando compartimos memorias de nuestras vidas que aún nos duelen o que no habíamos nombrado antes. Nombramos a nuestras abuelas, hermanas y otros vínculos importantes para nosotras. 

A través de recursos y técnicas del psicodrama transitamos por momentos que nos llevaron a profundizar en cómo están nuestras libertades, nuestros afectos y formas de estar en el mundo. El cuerpo fue nuestro principal lenguaje de comunicación, aunque no fue el único, dialogamos sobre nuestros sentires y los roles que jugamos en nuestras familias y organizaciones. 

Reflexionamos sobre como el sistema patriarcal nos ha enseñado a sostener vínculos con personas que nos han hecho daño o con las que tenemos muchas diferencias éticas, hablamos sobre cómo se construye esta idea del liderazgo y la competencia entre las mujeres, y que eso no aporta a nuestras organizaciones. 

Como dijo una compañera venimos de historias de vida distintas, cada una tiene su propia experiencia, es importante que nos reconozcamos unas a otras y trabajemos juntas contra este sistema, y eso pasa por preguntarnos qué vínculos queremos construir entre nosotras ¿queremos dominar a las otras? o ¿queremos crecer? 

23 de septiembre de 2023. 

Terapias y Reencuentros

En este tiempo que vivimos como agua que corre veloz, hay memorias que son importantes para traer a la colectividad que somos las que hacemos parte de esta Red de Defensoras. Uno de esos procesos memorables es la Terapia de Reencuentro. Hace ya varios años, como por el 2015, que en la necesidad que tuvo como resultado la experiencia de búsqueda de sanación de los duelos, lutos y mandatos la TR llegó a la costa norte, importada de Guatemala.


Animadas y anhelantes el primer grupo, que era fundamentalmente del centro del país, se organizaba para ir hacia ese norte cálido y hacer un camino para salir de los laberintos de la opresión y el dolor, muchas recordamos ese tiempo también como de encuentros entre mujeres que buscábamos otros sentidos a nuestros propios pasos. Y claro que los encontramos.


De ahí para acá han pasado 11 grupos o generaciones de mujeres que han hecho esta terapia colectiva, líderes populares, defensoras, feministas, organizadas y no organizadas, de todas las generaciones, transgresoras del sexo y el género, ancestras de las luchas, madres y amigas de otras. Una inmensa diversidad de ellas que sostienen un largo camino de reflexión, autoconocimiento, entendimiento de la cultura patriarcal y sus mandatos; que toma decisiones vitales en acompañamiento.


Nos satisface decir que este septiembre del 2023 inicia el doceavo proceso de Terapia de Reencuentro, y que con nosotras tenemos la memoria de Yolanda Aguilar, terapeuta guatemalteca que por muchos años ha estado con nosotras en estas andanzas. Ella, alumna de la creadora del método de la Terapia de Reencuentro, Fina Sanz, y ambas compañeras de luchas por la vida y el placer para las mujeres.


En nuestra propia ruta local ha sido Nely del Cid quien por años ha estado facilitando la propuesta a la que se ha sumado nuestra compañera Lilian Girón, coordinadora de La Siguata, Masvely del Cid, y ahora Lucia Enamorado quienes han transitado con muchas defensoras estos fines de semana que son duros a veces, pero que han madurado esta propuesta que asumimos propia y está transformando muchas ideas sobre el cuidado colectivo y la política como ejercicio de las mujeres.


La Red Nacional de Defensoras creemos en las múltiples formas de buscar justicia y de acompañarnos, es indudable que la TR es una de las estrategias que nos ha aportado enriquecer la visión del mundo complejo de las defensoras en tanto personas y su vínculo con el hacer política. Las que hemos hecho la Terapia lo sabemos, si usted que ya está enredada en sus propios hilos no lo ha descubierto, póngase las pilas, aquí tenemos propuestas.

Acciones ante la Justicia 

Ante la Corte Suprema de Justicia se presentaron el día de hoy, lunes 14 de agosto, dos conferencias de prensa para denunciar la continuidad en el despojo, criminalización, judicialización y persecución de personas que defienden la vida luchando por la tierra en este país, cuyas políticas públicas se las niega sistemáticamente. 

La mesa de Tierra y Territorio de la Coalición contra la Impunidad acompañó a personas miembras de la mesa de acompañamiento a la Causa de Zacate Grande, quienes el martes 15 de agosto se harán presentes en una audiencia para solicitar se asegure la justicia a los defensores Abel Antonio Pérez y Santos Hernández Ortiz quienes se encuentran en prisión. La solicitud que presentarán las abogadas de la Red de Abogadas de Derechos Humanos es que el decreto de amnistía conocido como Decreto 04-2022 restituya la libertad de los compañeros presos y su derecho a la tierra. 

Es conocido que la península de Zacate Grande ha estado en disputa desigual de sus pobladoras y pobladores ante los dueños de inmensas tierras y bienes de la zona que usan su poder para expulsar y perseguir a quienes han residido por años en esa parte del sur de Honduras. Esperamos que el día de mañana se haga justicia y los compañeros sean puestos en libertad. 

Igualmente, ante este la prensa nacional se presentó un nutrido grupo de compañeras y compañeros lencas productores de maíz y café, de la comunidad de Río Bonito, en Taulabé, Comayagua, para presentar un recurso de amparo ante la Corte por el desalojo ilegal y violento que han estado viviendo sus pobladoras y pobladores desde el año 2012. Las compañeras María Ninfa, 70 años, nos relató cómo llegaron policías acompañando a Marcio Salgado, quien pistola al cinto les ha amenazado y finalmente les despojó de la tierra en cuestión en dos horas con el apoyo del juzgado de la zona. La señora fue detenida por once días en la cárcel de Marcala, y cuenta que el terrateniente mencionado les prohibía vender su café a cualquiera que no fuera su empresa Inversiones Cafetaleras S.A. Además de la señora Ninfa, detuvieron a dos mujeres más, una de ellas con una fractura en la pierna. Doña Ninfa cuenta que los policías les decían que ellas eran unas roba tierras. 

En este momento, toda la comunidad se encuentra fuera del territorio, viviendo en cualquier parte, sin trabajo y con los niños y niñas sin acceso a la escuela. El Bufete Justicia para los Pueblos está siguiendo el proceso judicial que por supuesto está plagado de ilegalidad, de agresión y racismo. 

La Red Nacional de Defensoras nos sumamos a la indignación y a la lucha para que ambos casos se resuelvan a favor de las defensoras y defensores y sus comunidades;  y nos sentimos preocupadas por la manera en que estos casos se van multiplicando en el país  bajo un gobierno de corte, supuestamente, popular. 

Justicia climática y soberanias todas

Entrar con Miriam Miranda y su nutrida y hermosa comitiva a lugares públicos es inolvidable. No es por casualidad que a ella y a toda la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH) no les agrada venir a este territorio de cemento, puentes y láminas de zinc que adornan la capital. En los restaurantes, la gente se queda mirando a medias entre sorpresa y disimulo. Las mesas parecen estar ocupadas aunque no lo están, y el personal de servicio se ve tenso, con excepciones. Racismo se le llama. Como ella lo expresó en el foro organizado por la Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) para debatir sobre justicia climática, derechos humanos y el tema ZEDE, al que dijo se trata de soberanía, pero de mucho más. No son sólo los de afuera quienes quieren tomar el territorio, es el entreguismo local el más grave; y esa actitud benévola ante los blancos, ojos claros, con dinero, porque hay que dejar de ser esclavos y esclavas para lo que necesitamos cambiar mentalidades.

En un auditorio de muchos funcionarios públicos, algunos estudiantes y escasos profesores, Miriam recordó la lucha estudiantil, la deuda de la academia con el país, y que esta lucha contra las Ciudades Modelo fue levantada en la calle, que más que jurídico se trata de un problema profundamente político por lo que sin la gente de este país, no se va a revertir nada, y menos si no se respeta la consulta previa, libre e informada a las comunidades. Informó la invaluable fuerza de las comunidades que son las que cuerpo a cuerpo se enfrentan con los desastres ecológicos y cuestionó la falta de coherencia de los movimientos y el gobierno que hablan de derechos humanos que cada día se violentan, históricamente.

En esa misma mesa aportó otra mirada interesante Lucía Vijil, que desde el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD) reflexionaba sobre el debatir fuera de los auditorios y sumar a mucha gente, para lo cual se necesita tener más y mejor información de quienes ahora comisionan desde el Estado el seguimiento a la problemática de las ZEDE, particularmente. Lucía colocó una propuesta importante que remite a pensar que la justicia climática demanda un pacto ecosocial que no se asiente en el antropocentrismo racista y patriarcal, sino que reconozca la legitimidad de la existencia de otros seres y del planeta mismo. Una ética desde donde se definan políticas ambientales que son inexistentes. El debate de las ZEDE es uno en el necesario gran debate sobre el modelo extractivista que sigue intacto en el país y que también atiende a la soberanía, los territorios, y la vida de las personas y la naturaleza.

Ambas luchadoras hicieron que la reflexión sobre justicia climática y derechos humanos enriqueciera los marcos institucionales que en su momento compartieron Nathalie Roque, Fernando García y Ramón Barrios, de distintos poderes del Estado.

Reinventar las luchas, dialogarnos las vidas 

En el foro de este día 8 de agosto del 2023, convocado por JASS a propósito de establecer diálogos entre mujeres de los procesos de educación feminista que la organización ha desarrollado, y otras invitadas, se arremolinaron a pensar y sentir juntas un nutrido número de activistas de territorios diversos, en el ahora privatizado territorio de la UNAH.

El despliegue de conocimientos, reflexiones, sentimientos y pistas para darle continuidad a los caminos fue deslumbrante. Como dijo la moderadora de la primera mesa, Zoila Madrid, aquí vemos la capacidad de las mujeres de reimaginar y reinventar los procesos porque es de los movimientos que tales propuestas deben salir,  teniendo la claridad de que la vida siempre estará en el centro. 

Creer y crear expresó Lilian Borjas,  actual coordinadora de la CNTC, verbos poderosos experimentados por una mujer que ha luchado por la tierra desde los quince años, y que ahora entiende que el poder de las mujeres es lo que la ha mantenido firme aunque tenga obstáculos de todo tipo para ejercer  su liderazgo en organizaciones que hemos llamado mixtas, pero que Zoila precisamente nombró como patriarcales por que en ellas se ha invisibilizado a las mujeres de manera sistemática. 

Juana Zúniga abundó en la expresión de la violencia que se manifiesta de tantas formas cuando las mujeres se suman a las luchas por liberar los ríos, las montañas, los territorios; y denunció, desde su experiencia y análisis, la manera en que los liderazgos patriarcales intentan por todos los medios que las mujeres no tomen el sitio de las decisiones aunque sí el de las que ponen el cuerpo en las acciones; el abuso del poder y la masculinidad violenta para someterlas hace daño no sólo a las activistas sino a los movimientos, pero es constante como ella lo señaló. 

La Red Nacional de Defensoras planteó información extraída de la base de datos que visibilizan el nivel de riesgo y las características del mismo en las defensoras así como la manera particular en que se expresan las agresiones vinculadas al género y la racialidad, igualmente quiénes son los enemigos de las mujeres, que en síntesis son mayoritariamente agentes del estado, desconocidos, y hombres del movimiento social. Según los datos, la costa norte es en el último semestre el territorio donde más se registran incidentes contra las que defienden derechos; y las defensoras de territorio y bienes comunes las más agredidas. 

El panel hizo conclusiones importantes sobre lo que significa enfrentar un modelo patriarcal y depredador de bienes comunes y de vidas. El público, todas compañeras, abundó en análisis, las voces profundas de las mujeres hicieron aún más énfasis en la situación actual del país, el desencanto ante un gobierno conducido por una mujer, y aún así, la importancia histórica de que esta persona esté en el ejecutivo. Las palabras también abordaron anhelos como la necesidad de cuidar la vida propia de las luchadoras tanto como las luchas; la necesidad de escuchar el cuerpo territorio; la fuerza de la colectividad de las mujeres para enfrentarse a todos los adversarios de la vida digna; la certeza de que se puede transformar radicalmente la realidad. 

En el segundo panel en el que se propuso debatir sobre las narrativas, se partió de la escucha de los poderosos conocimientos y propuestas de la OFRANEH, en voz de Eydi Blanco, que narró la problemática de su comunidad, de su familia y la propuesta de la organización y sus ancestralidades para, no sólo continuar recuperando los territorios sino haciendo posible la vida cotidiana en un proceso histórico y colectivo. Por su parte Selvin, del COPINH, hizo una historia de la organización, los discursos que desde el poder se han hecho en contra de ellas y ellos y la manera en que han hecho no sólo resistencia, sino construido sus sueños. Relató hitos históricos muy importantes que dignificaron la existencia de los pueblos indígenas y celebró que en esos caminos han estado junto a la OFRANEH haciendo procesos emancipatorios, y también disputando el poder al Estado. 

Daysi Flores, quien moderaba el panel mencionó la fuerza que ha existido de las mujeres y organizaciones para construir narrativas de justicia, aunque como ella dijo ni siquiera se les llame así; apuntó la importancia de la esperanza y sus múltiples posibilidades en los territorios, pensamientos y sentires. Finalmente, Mercy Ayala, de Radio Progreso, hizo una exposición partiendo de los datos interesantes de la encuesta de opinión del ERIC y su relación con la realidad del país, el discurso colonial hegemónico y las apuestas narrativas y transformadoras de los movimientos sociales que siempre encuentran rutas para todas y todos.

El foro duró lo que la necesidad de intercambio de palabras y sentimientos así lo definió, el encuentro entre activistas de tantos departamentos y luchas fue gratificante y como dijo Sofía de APOMUH, las presentes aquí son seres de luz, y eso irradian. Así, con la luz de Iris Matute, recién fallecida y miembra de este proceso, también hicimos la alquimia  de estar presentes con la palabra, la reflexión y el sentimiento para transformar la realidad violenta en alegrías, agua limpia y tierra libre para todas, todos, todes.

ALTO A LA POLÍTICA DE EXTERMINIO CONTRA EL PUEBLO GARÍFUNA

El 18 de julio de 2020 alrededor de las 5:00 a.m, un contingente de aproximadamente 30 hombres de la Policía de Investigación de Honduras (DPI) detuvieron a Albert Snaider Centeno Thomas, presidente del Patronato de la comunidad garífuna Triunfo de la Cruz, y con él a los jóvenes Milton Joel Martínez Álvarez, Suami Aparicio Mejía García y Gerardo Misael Trochez Cálix, quienes eran miembros activos de la lucha por la defensa del territorio en una comunidad que ha sido dividida por acciones de terceras personas que se han apropiado del territorio ancestral garífuna con la aquiescencia del Estado de Honduras.

A tres años de la desaparición, continúa sin conocerse su paradero y sin avanzar en la sanción de los responsables. El Estado no ha cumplido con la demanda de realizar una investigación con la debida diligencia a través de una Fiscalía Especial de Desaparición Forzada que incorpore los hallazgos del Comité de Investigación y Búsqueda de los Desaparecidos de Triunfo de la Cruz (SUNLA), solicitud que además ha tenido el respaldo de decenas de organizaciones a nivel nacional e internacional.


Al respecto, la misma Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), máximo Tribunal en las Américas, ha solicitado que el Estado adopte todas las medidas necesarias para hallar a los compañeros, así como para proteger efectivamente los derechos a la vida e integridad personal de las comunidades Triunfo de la Cruz y Punta Piedra.

Esto en el marco de las dos sentencias favorables que este Tribunal emitió en 2015 en reconocimiento a la sistemática violación de los derechos del pueblo garífuna. Ninguna de las medidas ordenadas por la Corte en relación a estos casos ha sido cumplida, por el contrario, el Estado ha optado por hacer evidente su política racista, patriarcal y de despojo territorial que produce un verdadero éxodo de la población comunitaria hacia otros territorios del país y fuera de las fronteras nacionales. Esta postura gubernamental de dar la espalda a las crisis que se escenifican en las comunidades, a causa del extractivismo depredador, genera una de las politicas de exterminio más poderosa que es la que Miriam Miranda llama el vaciamiento de los territorios.

Desde la desaparición de los cuatro jóvenes, la situación del pueblo Garífuna sigue siendo de extrema gravedad. Detenciones ilegales, asesinatos, criminalización, desalojos, quemas de casas de salud ancestral, hostigamiento amenazas y otras formas de violencia que ha tenido un especial impacto a las mujeres y lideresas de la OFRANEH.

Las Comunidades Garífunas han vivido siempre en paz y concordia de una manera sabia con todas las expresiones de la naturaleza por el antiguo conocimiento y respeto hacia los ciclos y dinámicas de la vida animal y vegetal, de ahí que han salvaguardado bienes valiosos para la sobrevivencia humana de los cuales ahora se les quiere despojar.

La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras (RNNDH) acompaña en su lucha a la OFRANEH y las comunidades Garífunas que le integran. La organización es integrante de nuestra Asamblea y es por eso que sus luchas tambien son nuestras.

En el sistema de Registro y documentacion de agresiones de la Red de Defensoras hemos contabilizado que en los últimos años se registran al menos 720 agresiones. La violencia sistemática e intencionada se expresa en hechos repudiables como los asesinatos a mujeres y hombres que han sido vertebrales en la organización y defensa territorial, y que han enlutado los procesos colectivos.

Todas las categorias posibles de agresión incluyen a la OFRANEH, de las cuales el hostigamiento, la vigilancia y las amenazas son las principales; acciones que son extensivas a hijas e hijos de las defensoras con lo que el estado generalizado de tensión es severo. Es necesario decir que las campañas de desprestigio, particularmente a sus liderazgos nacionales, constituyen una constante en su cotidianidad.

La OFRANEH, a pesar de todo esto, no deja de luchar y posicionar sus ideas y propuestas de mundo.

A partir del año de la pandemia, con más fuerza la organización se propuso recuperar y fortalecer tanto sus territorios como espiritualidad y conocimiento ancestral entendiendo que la crisis actual es una crisis civilizatoria. Aunque las propuestas se dirigen fundamentalmente a su propio pueblo, también invitan a todas, todos y todes a pensar y actuar salidas viables, autónomas y colectivas en un país sitiado por la desesperanza y la extrema violencia.

  • En conmemoracióna la desaparición de los jóvenes Garífunas, el 20 de julio del 2023, La Organización Fraternal Negra Hondureña y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras desarrollaron el FORO: 3 AÑOS SIN JUSTICIA: POLÍTICA DE EXTERMINIO CONTRA EL PUEBLO GARÍFUNA, un espacio para evidenciar el contexto que viven las comunidades Garífunas y sus exigencias para el actual gobierno en relación al cumplimiento de las sentencias de la CIDH y la aparición con vida de los cuatro jóvenes desaparecidos.

Las mujeres lencas de El Cacao

En coherencia con las declaraciones de la presidenta los desalojos se están efectuando, pero están lejanos de ser pacíficos y respetuosos de los derechos humanos. Un grupo de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras fuimos a enterarnos directamente de la situación.

Doña Marta tiene los ojos enrojecidos, pasó la noche sin dormir, bajo la lluvia, llora por las perdidas de todas sus cosas en la vida que vivió hasta el día 19 de junio que 300 policías y maquinaria pesada los hecharon de su territorio. Además un policia que la agredió le roció gas pimienta en la cara, ahí llora de nuevo no tanto por el gas sino por la humillación y violencia a la que la sometieron. Con ella otras mujeres lucen agotadas, incrédulas por este desalojo que encuentran ilegal y sobre todo ilegítimo y encima dicen: Y una mujer presidenta nos vino a hacer esta barbaridad.

No se han movido del lugar, la orilla de la CA-5, la carretera mas importante del país. Desde donde están resistiendo hasta que su situacion sea resuelta con justicia, pueden observar hombres que se llevan sus cosas en unos carros, malangas, cocos, madera, enseres domésticos.

Los hombres entraron después de que se fueron los guardias, que llegaron después de los policías. No usan uniformes pero suenan sus machetes cuando ven que les hacemos fotos. Una patrulla pasa cada tanto para resguardarlos, nos cuentan. Entre los enseres que recuperaron hay colchones, maletas, ollas, una mesa y zapatos que parecen andar perdidos. También hay un perro colorido, gatos y un perico llamado Paquito. Ahí niños de brazos, otros un poco mas grandes y muchachos que descansan sobre plásticos tendidos en el suelo. U maestro de los niños y niñas llega en moto y les lleva tamales.

Berta, vaya nombre, una de las líderes, nos muestra videos de la violencia contra los niños y sus madres que intentaron protegerlos, es una veterana defendiendo esta lucha pero está golpeada en el cuerpo y el ánimo.

La desgracia es que somos indígenas y somos pobres, creen que nos pueden humillar, y se pasa el dorso de la mano sobre los ojos. Hasta la placa de estos dientes perdí, cuenta, todo hemos perdido.

Pero la fuerza queda porque de ahí no se van a mover. Detrás de los escombros de lo que eran sus hogares está el bellisimo lago de Yojoa y una tormenta se acerca, un rayo parte el cielo que también comparte con nosotras la rabia.

Lea aquí la alerta vinculada a esta crónica: https://im-defensoras.org/2023/06/14053