Red Nacional De Defensoras De Derechos Humanos En Honduras
12 Años De Sueños Cumplidos
Era octubre del 2010 y un grupo de feministas se juntaron para pensar en cómo hacer posible la vida de las mujeres luchadoras en un contexto que ya se avizoraba más violento y opresivo después del golpe de estado del 2009. Más de una década de luchas, aprendizajes, rupturas, carreras, encuentros, trabajos colectivos para sostener este espacio que defiende a las defensoras.
Son doce años en los que 25 organizaciones y al menos 25 mujeres luchadoras, junto a una gran cantidad de aliadas nacionales e internacionales, han puesto sus inteligencias y fuerza para que la Red de Defensoras cumplamos muchos sueños compartidos. Aún con la memoria puesta en las pérdidas y los duelos, y consientes del contexto difícil en el que vivimos seguimos adelante.
Si bien en un país como Honduras las luchas siempre superan a los logros, y nosotras solo somos unas tantas de todas las que diariamente dignifican este país, hemos decidido que celebraremos los nuestros. Estos son algunos: Hemos llegado hasta acá saliendo de la invisibilidad, oficio que también han hecho por décadas otras mujeres y feministas, poniendo las voces de las defensoras en datos que hablan de la particular vida y apuros de las luchadoras; haciendo radio con sus experiencias de cuerpo territorio; ocupando mesas donde ahora siempre estamos para debatir la misoginia, el racismo y todas las opresiones.
En el país caminamos junto a otras defensoras por los bienes comunes y públicos, en los caminos de quienes defienden su tierra ancestral, el río que les alimenta las vidas, la montaña que resiste ante la tala del bosque, las que ponen el cuerpo para acompañar a otras que escapan de la violencia, quienes hacen autonomía del deseo y el pensamiento político.
Hacemos de la justicia feminista un ejercicio de la calle, los campamentos, los procesos de sanación, los altares a espíritus rebeldes, el arte y las movilizaciones.
Por la fuerza de otras mujeres que han denunciado a los agresores de sus propios movimientos continuamos reforzando las redes que hacen fisura en los pactos de silencio e impunidad entre quienes pactan entre ellos contra las defensoras en sus casas, comunidades y departamentos.
Hemos hecho posible un lugar de cuido y de protección para algunas de las compañeras que están necesitando espacios para sanar, para pensar y decidir cómo seguir adelante junto a otras y otros en el trabajo organizativo y en sus propios proyectos de vida.
Y, finalmente, podemos decir que también hemos logrado, con las defensoras, recuperar el nombre, las emociones positivas, las fuerzas de aquellas mujeres que son y han sido objeto de campañas de desprestigio, agresión y violencia con el propósito de sacarlas de las organizaciones y luchas.
Estos son algunos de los logros que con mucha alegría colectiva estamos celebrando hoy, a doce años de haber fundado esta organización. Miramos hacia adelante para reconocer que seguirán los desafíos, que hay muchas tareas por mejorar y que hacemos lo mejor que podamos entre tantas defensoras más en Honduras. Nos sentimos contentas, nos acompañamos, agradecemos a todas las que han sido, son y serán parte de estos procesos que de sueños se han vuelto realidades.
Honduras, 27 de octubre de 2022