Keyla Martínez fue asesinada en una celda policial de la Esperanza, Intibucá a manos de miembros de la Policía Nacional de Honduras el 7 de febrero del año 2022, desde entonces, su familia, amistades y organizaciones feministas y de los derechos humanos hemos exigido una investigación que castigue a los responsables de su femicidio.
Hasta ahora, sólo ha sido llevado a juicio el policía de rango menor, Jarold Rolando Perdomo Sarmiento, acción que ha protegido descaradamente a los demás agentes que estaban en la posta policial esa misma noche que Keyla fue asesinada.
Este 17 de octubre de 2022 se desarrollaron las conclusiones sobre el juicio contra el policía Jarold Rolando Perdomo. Estas conclusiones recabaron puntos centrales sobre los 6 días de juicio que se llevaron a cabo del 22 al 29 de septiembre de 2022.
La defensa del policía imputado persistió en la versión nefasta de que Keyla habría cometido suicidio, aún y cuando la autopsia médico forense dio como resultado que el motivo de muerte de Keyla fue por asfixia mecánica.
Además, los argumentos que manejó la defensa del policía para sostener la versión del suicidio fueron que Keyla Martínez «era una muchacha que tenía un trauma, ya que el papá la había abandonado porque era alcohólico», argumento que el padre de Keyla desmintió contundentemente y que lo único que generó fue una revictimización hacia la familia de Keyla.
Por otra parte, tanto la defensa de Keyla como el Ministerio Público, insistieron en que la resolución del amparo recalifique el delito de homicidio simple a femicidio agravado. De no cambiar la tipificación del delito el policía enjuiciado recibiría una condena menor y el Estado hondureño se libraría de ir a una corte internacional por asesinar mujeres bajo su custodia.
Las defensoras de diversos territorios continuaremos aquí, alzando nuestras voces todas las veces que sean necesarias, exigiendo justicia para todas las mujeres víctimas de este Estado feminicida, exigiendo justicia para Keyla Martínez y cárcel para los policías que la asesinaron.